Cuando se habla de iluminación, un factor imprescindible a tener en cuenta es la escala Kelvin. Esta escala, que lleva el nombre de William Thomson, ennoblecido como Lord Kelvin, mide la temperatura del color de la luz y determina si la luz parece cálida, fría o neutra.

Imagínese el acogedor resplandor de una chimenea en una fría Nochebuena: esta atmósfera se puede reproducir mediante una iluminación en tonos cálidos. Nuestras lámparas, a menudo disponibles en diferentes valores Kelvin, le permitirán crear la atmósfera perfecta para sus habitaciones. Los valores Kelvin más bajos, alrededor de 2700-3000K, emiten una luz cálida y acogedora que recuerda a las tradicionales temporadas navideñas. Estos tonos se adaptan a la temporada y evocan una sensación de relajación y nostalgia.

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Sin embargo, la versatilidad de la iluminación va más allá del clásico resplandor cálido. Los valores Kelvin más altos, de 4000 K a 6000 K, ofrecen una luz más fría y vibrante. Este toque moderno puede iluminar maravillosamente decoraciones navideñas contemporáneas o acentuar la elegancia de un árbol de Navidad decorado con adornos brillantes.

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Y no olvidemos el poder de la iluminación para transformar espacios: el diseño innovador de Egoluce, combinado con nuestro conocimiento de la tecnología y su impacto, ofrece un amplio espectro de posibilidades. Nuestras luminarias no sólo proporcionan iluminación, sino que también son elementos decorativos artísticos que realzan cualquier ambiente.

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