Una buena iluminación es uno de los elementos más importantes en el diseño de una joyería: ayuda a invitar al cliente a entrar en la tienda, a hacer el ambiente más atractivo y a prolongar agradablemente el tiempo de estancia en el interior.
mayo 2022
Una buena iluminación es uno de los elementos más importantes en el diseño de una joyería: ayuda a invitar al cliente a entrar en la tienda, a hacer el ambiente más atractivo y a prolongar agradablemente el tiempo de estancia en el interior.
Es un punto de venta elegante y refinado, donde la experiencia de compra que esperas es única y exclusiva.
La iluminación debe diseñarse escrupulosamente para aprovechar al máximo los distintos materiales preciosos expuestos: para garantizar el máximo confort visual y evitar molestos reflejos y deslumbramientos.
El papel de la luz también es fundamental durante el recorrido del cliente por el interior de la tienda; vitrinas bien iluminadas le guiarán hacia determinados productos, los espacios con cómodos asientos se iluminarán con una luz más suave, envolvente y menos puntual, para hacer de la experiencia de compra un momento relajante y atractivo. Además, una iluminación adecuada saca lo mejor de un producto, haciéndolo más atractivo.
En la iluminación general, la temperatura de color y la cantidad de luz juegan un papel fundamental y cambian según el tipo de joya.
Una joyería de lujo, cuyo tiempo de permanencia en su interior es mucho mayor, contará con una iluminación general cálida y suave, que hace que los clientes se sientan a gusto, prolongando así la experiencia de compra. En este caso, la iluminación principal proviene, pues, de las vitrinas, constantemente iluminadas con luz de acento o difusa.
La luz sirve para recrear una atmósfera inmersiva y aumentar la implicación emocional del cliente, haciéndolo sentir protagonista.
Por el contrario, las joyerías que venden productos más accesibles utilizan una iluminación general más fría y una mayor cantidad de luz: la experiencia de compra es más rápida y menos exclusiva.
Como en todos los puntos de venta, también en joyería los espacios en los que la iluminación juega el papel más importante son los escaparates. En el caso de las joyas, por su tamaño y las características de los materiales con los que están fabricadas, la tarea requiere aún más mimo y atención al detalle.
Un elemento clave en el diseño lumínico de los escaparates es la temperatura de color de la fuente de luz, que varía en función del material que se desee iluminar: el oro amarillo y el rosa se iluminarán con 3500K, el platino y el oro blanco con 4500K, así como las piedras. En función de su pureza, los diamantes necesitan una luz cada vez más fría que realce sus facetas y detalles.
Además, es fundamental que las fuentes de luz tengan un CRI>90 para permitir a los clientes ver mejor los diferentes tonos de color de las joyas.
El escaparate de calle es un auténtico escenario donde se suelen exponer las piezas más representativas de toda la colección. Se trata de un adelanto en el que se muestran muestras de todas las categorías de productos que se pueden encontrar en el interior de la joyería: la iluminación en este caso es compleja porque se deben satisfacer las necesidades de cada material.
Además, la iluminación, al igual que la configuración, no se puede estandarizar ni fijar, ya que está sujeta a cambios continuos.
Por último, sería preferible que los escaparates que dan a la calle de la joyería estuvieran siempre iluminados, tanto cuando están abiertos como cuando están cerrados.
En la mayoría de los casos, los escaparates internos suelen estar diseñados específicamente para dar cabida a una categoría de producto específica. En consecuencia, la temperatura de color y el haz de apertura de las luminarias son fijos y difieren de un expositor a otro.
En los casos más virtuosos, sin embargo, el diseño de iluminación utiliza un sistema DALI con variación de color e intensidad de luz para que un mismo escaparate pueda adaptarse a los diferentes cambios de exposición de los productos. Esto evita que la configuración sea monótona y permite experimentar con diferentes soluciones de visualización.
Un tipo de iluminación indispensable en el interior de los expositores son los focos empotrables o orientables sobre carril.
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